El Ruiseñor Y El Gorrión
(Tomas de Iriarte)
Siguiendo el son del organillo un día,
tomaba el Ruiseñor lección de canto,
y a la jaula llegándose entretanto
el Gorrión parlero, le decía:
"¡cuánto me maravillo
de ver que de este modo
un pájaro tan diestro,
a un discípulo tiene por maestro!
Porque al fin lo que sabe el organilo
a tí lo debe todo”
“A pesar de eso (el Ruiseñor replica),
si él aprendió de mí, yo de él aprendo.
A imitar mis caprichos él se aplica;
y los voy corrigiendo
con arreglarme al arte que él enseña,
y así pronto veras lo que adelanta
un Ruiseñor que con escuela canta.”
¿De aprender se desdeña
el literato grave?
Pues más debe estudiar el que más sabe.
tomaba el Ruiseñor lección de canto,
y a la jaula llegándose entretanto
el Gorrión parlero, le decía:
"¡cuánto me maravillo
de ver que de este modo
un pájaro tan diestro,
a un discípulo tiene por maestro!
Porque al fin lo que sabe el organilo
a tí lo debe todo”
“A pesar de eso (el Ruiseñor replica),
si él aprendió de mí, yo de él aprendo.
A imitar mis caprichos él se aplica;
y los voy corrigiendo
con arreglarme al arte que él enseña,
y así pronto veras lo que adelanta
un Ruiseñor que con escuela canta.”
¿De aprender se desdeña
el literato grave?
Pues más debe estudiar el que más sabe.