Blanca Nieves
Hace muchísimos años en un
lejano país una reina muy hermosa,
dio a luz una bellísima niña a la que
puso por nombre Blanca Nieves, por tener la
piel blanca como la nieve, el pelo
negro como el carbón y los labios rojos como la sangre.
Tristemente al nacer la niña, la madre murió.
Al año, el rey se volvió a casar. La nueva reina era muy
hermosa; pero vanidosa. Tenía un espejo mágico, al que diariamente le
preguntaba: -espejito, espejito, dime ¿Quién es la más
hermosa? Y el espejo le contestaba: -Tu mi reina, tu
eres la más hermosa de todo el reino.
Blanca Nieves fue creciendo en belleza y
en dulzura. Sucedió que un día al mirarse
la reina en el espejo y hacerle la misma
pregunta, éste le respondió: -Ya no eres la
más bella, ahora lo es Blanca Nieves". La reina
se enfureció y llamando a un cazador le dijo:
-Llévate a Blanca Nieves y mátala, pero
tráeme pruebas de su muerte". Al cazador
se le encogió el corazón y no fue capaz de
matarla, sino que la dejó huir, y matando un
ciervo, le llevó el corazón de éste a la reina.
Blanca Nieves al verse sola comenzó a correr
por el bosque. Descubrió una linda casita,
con una mesita y siete sillitas, y
siete almohadones pequeños
cada uno bordado con un nombre muy pequeño.
Vio que sobre la mesita había siete platitos con comida y como estaba
hambrienta comió un poco de cada uno y se quedó dormida.
Al anochecer llegaron los dueños que eran nada menos que siete enanitos,
los cuales al verla quedaron asombrados al ver su belleza.
Cuando ella despertó,
les contó lo que había pasado y ellos le dijeron: -Puedes quedarte con
nosotros.
Cuando se enteró la madrastra que Blanca Nieves vivía en el bosque con los
siete enanitos, decidió ir hasta allá disfrazada de vendedora de manzanas.
Cuando llegó, le ofreció una manzana envenenada. Blanca Nieves al morderla
cayó al suelo desmayada. Los enanitos al regresar la encontraron como muerta
e intentaron reanimarla, mas fueron inútiles sus esfuerzos.
Pensaron que lo mejor era ponerla en una urna de cristal y colocarla en un claro del bosque, donde iban a
llorarla todos los días por que la creían muerta.
Un día un príncipe de un país lejano, al verla quedó impresionado por su belleza y al ver que aún vivía,
pidió a los enanitos que le dejaran llevársela al palacio para sanarla, atenderla y ayudarla,
por lo que accedieron.
Al estar transportándola, el pedazo de manzana cayó de la boca
de Blanca Nieves y ésta abrió los ojos.
Las buenas atenciones del príncipe curó a Blanca Nieves.
El príncipe fue feliz al ver sonreír a Blanca Nieves,
quien se recuperó prontamente con los cuidados del príncipe,
llevándola a su país, contándole al rey todo lo ocurrido.
La madrastra de Blanca Nieves por cruel, arrogante y vanidosa,
se convirtió en una mujer desagradable y fea,
la misma que rompió el espejó, al no soportar escuchar
que había muchas mujeres más hermosas que ella.
Y el Rey al enterarse de la maldad de la madrastra la encerró en la cárcel del castillo.
El príncipe, muy prudente, pensó: -“No se pueden coger las manzanas, cuando aún están verdes”.
Por lo que esperó a que creciera el amor de Blanca Nieves hacia él, luego,
cuando estuvo seguro de su amor, le pidió casarse a Blanca Nieves y ella aceptó muy feliz.
Se celebró la boda con fiestas que duraron muchos días,
fueron muy felices y envejecieron juntos.